Esta tienda de ropa italiana confía en nuestra mirada de naturalidad. El espacio se resuelve en diagonal con dos tipos de materiales en el suelo, la piedra de la calle entra en el interior y nos introduce en ella, al otro lado la madera nos brinda una calidad de confort exagerando esa relación entre lo urbano y lo clásico, la luz en el techo da la vuelta en la misma línea de proyección culminando la idea del proyecto.
Era importante que el muro nuevo y los muebles de exposición no estuvieran en contacto por momentos con la envolvente principal del local, esto nos amplía la sensación espacial consiguiendo un resultado elástico desde todos los puntos de venta y de vista. Cuando entras en la tienda el recorrido hacia el interior es completamente distinto que cuando nos dirigimos hacia el exterior, aún siendo el mismo, cuando damos la vuelta sentimos que llegamos antes a la calle, es una sensación entre tiempo y recorrido, debido a que caminamos sobre la línea diagonal la cual dibuja una ex perspectiva en movimiento según nuestro punto de vista.